Eduardo Alagastino tiene 60 años, pero luce en gran forma física y no ha perdido la pasión por el arbitraje. Anoche, dirigió el encuentro entre La Casa del Vidrio y Don Bosco, por los playoffs del Torneo Amateur de Primera, en lo que fue su regreso a la actividad, lo cual como amigo me honra enormemente que nos haya elegido para seguir deleitandonos con sus conocimientos arbitrales.
El “Mono” dirigió 21 temporadas consecutivas en la Liga Nacional y representó al país en varias competencias internacionales. “Mi objetivo es volcar toda la experiencia. Quiero estar en contacto permanente con los árbitros para transmitirles los conocimientos que me permitieron llegar al éxito en mi carrera deportiva”, expresó Alagastino, quien puso especial hincapié en la formación cultural del árbitro para resolver diferentes situaciones del juego. Su regreso a la actividad fue posible gracias a que se mantiene en gran forma física. “Estoy corriendo 6 kilómetros diarios porque siempre me gustó asumir con responsabilidad mis compromisos. Me siento con las mismas ganas, fervor y entusiasmo de cuando estaba en actividad”, añadió. Consultado por el nivel del arbitraje en la actualidad, destacó a Pablo Estévez y Daniel Rodrigo, pero aclaró que con el paso del tiempo, el profesionalismo de los jugadores facilitó la labor del árbitro. “Antes, ganar de visitante era como lograr una hazaña. Los estadios eran una caldera”, recordó. Entre sus vivencias, no olvida el día que convirtió un doble en Santa Paula de Gálvez o cuando saltó hacia una tribuna en Pergamino para contener a un extranjero que quería pelearse con los hinchas locales o cuando recibió un zapatazo en la espalda en Villa Ángela.