SANTIAGO DEL ESTERO (Enviado especial) -- El partido de Atenas ante Belgrano de San Nicolás, que terminó con victoria de los cordobeses por 102 A 73, aquel 18 de enero de 2004, transcurrió con total normalidad. Correspondió a la 10ª fecha de la segunda fase y lo arbitraron Darío Rodríguez y Mario Tenti. La noticia, claro, surgió después.
"Estábamos duchándonos, me resbalé y me caí", recordó Tenti.
Las secuelas del fuerte golpe en la cabeza derivaron en su internación durante un día. Aunque, a las 24 horas, considerando que el paciente estaba para ser dado de alta, en la clínica le permitieron viajar a su ciudad.
"Cuando llegué se agravó el cuadro y estuve cinco días inconsciente, a raíz de pequeños, pero varios coágulos que se me formaron", detalló Tenti.
Este árbitro, ya retirado de la actividad, aunque ligado a la Asociación Argentina que los nuclea, fue uno de los tres jueces que le dio Santiago del Esteroa la Liga Nacional.
Otro conocido, Eduardo Alagastino, con 61 años, es empleado del Poder Judicial y si bien vive a metros del estadio Ciudad, anoche una vez más dijo ausente. Todo lo contrario a Obdulio Zelada (58), que después de colgar el silbato se convirtió en filoso comentarista de una FM local. Este, obviamente, anoche estuvo presente como en cada presentación de Quimsa.
Mientras que Mario Tenti (51), por su parte, reparte el tiempo entre su comercio de merchandising y la curiosa NBA santiagueña. ¿De qué se trata esto?
"Después varios meses de recuperación pretendí volver a dirigir, pero la AdC me lo impidió", contó Tenti.
Su despedida obligada del referato --no sin antes afrontar algunos conflictos legales-- lo devolvieron al básquetbol santiagueño con ganas de reavivar la llama que, por falta de competencia, en muchos se había apagado.
"Creamos la liga denominada Nuevo Básquet Amateur. Empezamos con ocho equipos y hoy tenemos 50", se enorgulleció su presidente de siempre.
"El objetivo inicial fue reinsertar a los jugadores que no estaban en actividad y, a la vez, hacer una contención social de muchos chicos", argumentó Tenti.
Claro que esto motivó el inevitable enfrentamiento con el sector oficial, que nada tiene que ver su realidad con la imagen a nivel nacional de Quimsa y Olímpico.
"En Santiago nos toman como una competencia directa del básquetbol oficial (la integran 10 clubes), que está muy descuidado", aseguró Tenti.
"Habitualmente el torneo oficial sólo se juega durante el verano, mientras que nosotros empezamos el 6 de enero y lo extendemos hasta Navidad", comparó.
La NBA, al margen de funcionar en forma independiente, indirectamente articula con la actividad de la Asociación Capitalina.
"Tres equipos que participan en nuestra Liga con sus divisiones inferiores lo hacen también en la Primera oficial. Y hay dos que juegan en las menores oficiales y en Primera con nosotros", contó el titular.
La actividad se reparte en unas 15 canchas que estaban en desuso. Los 50 equipos se dividen en minibásquetbol, Sub 24 (pueden incluir federados), Primera y Ascenso. Para ser habilitados, los menores de 35 años deben tener, al menos, seis meses de inactividad oficial, mientras que los mayores sólo necesitan tres meses sin haber jugado.
Este emprendimiento, que día a día se fortalece, también cuenta con su propio colegio de árbitros (tiene 24 socios), aunque a los mejores proyectos --por una cuestión de bolsillo-- los absorbe rápidamente la actividad oficial.
En estas tres patas se apoya el básquetbol santiagueño: Liga, torneo Oficial y NBA. Entusiasmo generalizado e infraestructura sobra, falta el equilibrio para entender que juntos serían más.
Está claro que diferencias existen en todos lados. Algo de eso sabemos los bahienses, ¿no?